Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

lunes, 2 de noviembre de 2015

La bala en mi corazón.

Hay un agujero en forma de bala a dos centímetros de mi corazón, a veces me aprieta, a veces me duele, a veces no me deja respirar.
Por dos centímetros sigo viva, por dos centímetros no me consiguieron matar.
Recuerdo aquel día, recuerdo aquel día cada minuto de mi vida, recuerdo aquellos dos centímetros en cada aliento y en cada sueño.
La Luna me alumbraba débilmente cerca y lejos de mí, mi piel palidecía y brillaba bajo su fulgor y su sorpresa.
Yo flotaba y caía en un vacío negro y oscuro que para mi sorpresa ni me daba miedo ni me daba dolor.
Noté un vacío en el pecho, noté un frío que ardía a tan sólo dos centímetros de mi corazón.
Me pregunté en ese instante, si estaría muriendo.
Me pregunté en ese instante, que cojones le había pasado a todas las estrellas esa noche, porque sólo había una Luna vacía que apenas me alumbraba.
Mi corazón, que latía más rápido que las cuerdas de una guitarra en una canción de metal, se empezaba a saltar las notas como si fuera un principiante que nunca había tocado una canción en su vida.
Seguí flotando y cayendo en el vacío, con la mirada muy lejos de mis pies, caí de repente en un suelo que me arañó la cara, mi corazón lloraba, y me bañaba en lágrimas de 0+.
Recuerdo aquel día como sino hubiera vivido nada antes ni después.
A veces por el agujero siento que se me va la vida y el aliento, a veces, desearía no haberme despertado nunca de aquél sitio manchado de sangre, lágrimas y agua de borrajas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario