Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

Todos tenemos algún secreto, hay muchos tipo de secretos...

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Sangre en ebullición.

-No voy a dedicarte más tiempo que el que le pienso dedicar a este cigarro, tú dosis es mucho más mortal.
Estoy cansada de escuchar cómo te mientes, de cómo te crees esas historias mal construidas que intentas colarme como sino estuviera escuchándote de verdad, cómo si tuviera alguna especie de  defecto que me hace creer en gilipolleces contadas por gilipollas.
-Tienes suerte, me he equivocado al darle al botón de la máquina, este tabaco de pijos tiene menos alquitrán, tienes veinte segundos más.
-Te escucho.
Y asiento, y noto como mi sangre hierve como el café que hay puesto en el fuego desde hace media hora, mi sangre roja tiene menos cafeína pero más alcohol.
Abro la ventana, el frío de esta ciudad de viento me azota en la cara y me enfría las manos, pero no el coraje.
-¡Cállate! Entre tus gritos y excusas el ruido de café me está poniendo más negra que mis pulmones.
Aspiro el humo del cigarro mal prensado con tanto énfasis que casi me ahogo con mi propio oxígeno, ojalá fueras tú el que te ahogaras.
-¡No me toques!
-No te necesito, ¡No te necesito ¿vale?!
-Deja de mirarme con esa jodida cara de cachorro, deja de pedirme perdón como si lo sintieras, deja de hablarme como si me quisieras.
Necesito alcohol para no oír como te grito en la cabeza, y le echo un chorro de baileys al café ardiendo.
-¡Deja de mirarme así, joder!
-Como si te importara lo que estoy haciendo.
-No, no te creo, no ¡Claro que no porque es mentira!
-¡Mierda! ¿Ves lo que me has hecho hacer? ¡He tirado todo el maldito café!
Tiemblo, me está entrando mucho frío, pero no quiero cerrar la ventana. Quiero tirarme de ella, ¡Escapar por ella y no volver jamás!
-¿¡Qué!? No, no he bebido. No me busques la mirada, ¡Qué no me mires así joder!
-¿Y a ti que más te da cuántas horas llevo despierta o a base de qué lo he conseguido?
-Déjame. ¡Déjame, déjame, déjame en paz!
-¡Vete, lárgate!
-No voy a llorar. ¡No pienses que voy a llorar por ti!
-Tienes razón, me voy yo. 
-Si, si que lo has dicho, ¡Me voy! ¡Me voy ahora mismo de aquí!
-¡No, déjame joder!
-¡Qué me dejes!
-¿Ves? Ya lo has roto.
-¡No, no he sido yo!
-¡Vete a la mierda!
-Cojo mis cosas, no, de lo que me has dado no quiero nada, no, no quiero tu asqueroso dinero, ¡Déjame, si te sientes culpable ve a drogarte y que se te pase!
-Vete a la mierda.
-No, no necesito nada más, me quiero ir ya, esa mochila está bien. Me llevaré el whisky.
-No, es mío.
-¡Que no! ¡Qué es mío! ¡Pues te compras otra con tu puto dinero robado! ¡Que es mío te digo joder!
-A la mierda.



-Lo he roto porque me ha dado la puta gana, quita.
-Que te quites de en medio.
-¡QUÍTATE DE AHÍ ME CAGO EN LA PUTA!
-¡PUES TE QUITO YO!



-Deberías ir al médico. Se te puede infectar.
-Adiós.
-Que te jodan. Pero que te jodan para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario