soñando que jugaba con ella entre mis dedos como si fuera una moneda,
acariciandola como si fuera un sueño, besando su inalcanzable espíritu, clavandola en mi mirada,
guardandola como el tesoro que es,
Eres el sueño que todo alma en pena desea, todo poeta tiene, todo valiente admira.
Y te doy las gracias por la oportunidad que me has dado de admirarte cada noche, de no separarte de mi.
De ser la misma cada noche con un vestido diferente.
De arroparme cada madrugada,
de no decirme que nunca podrás amarme como yo te amo a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario